MARCOS 14:22-31 Lección # 40

LA REVOCACIÓN DE LA MUERTE Y EL FRACASO

I. Saludos:

II. Introducción: Una de las cosas a las que tememos es el fracaso. A menudo no intentamos algo, no porque pensemos que esté mal, sino porque tenemos miedo de fallar. Otra cosa que tememos es la muerte; y muchas veces podemos quedar paralizados por el miedo a ella. Jesús no temía a ninguna de estas. En su obra y en su persona se dio la revocación tanto de la muerte como del fracaso. Marcos 14 se ocupa de estos dos problemas.

III. La Cena del Señor: La Revocación de la Muerte. Marcos 14:22-26.

>>>> Pida a alguien que lea Marcos 14:22-26.

P ¿Qué creen que simboliza el pan en el 14:22?

Res = A menudo pensamos, y legítimamente, que el pan representa el cuerpo que fue quebrantado por nosotros. Lane también piensa que no simboliza solo el cuerpo roto; sino que más bien, fue una promesa de presencia personal. Cada vez que sostenemos un pedazo de pan, recordamos que Él está con nosotros. Alguna vez fue nuestro pan. También Él está ahora con nosotros. (Lane, p. 506)

P ¿Qué simbolizaba el vino en el 14:23-24?

Res = Simbolizaba que Él murió por nosotros. La sangre también selló un pacto.

Nota: En el servicio de la Pascua, la persona más joven presente pregunta qué hace que este día sea diferente. El jefe de la familia cuenta la historia de Israel, hasta llegar a la Pascua. Para el judío nunca puede convertirse en un ritual; más bien siempre simboliza el poder y la misericordia de Dios. (Barclay, p. 354)

Nota: Marcos registra que Jesús y los discípulos cantaron un himno antes de irse. La razón de esto es que los israelitas cantaban himnos en el servicio de la Pascua. Uno de los himnos que cantaban era del Salmo 118. (Barclay, p. 354)

>>>> Pida a alguien que lea Salmos 118:22-29

Nota: Algo que la Cena del Señor enseña claramente es que nuestro máximo bien no se puede lograr sin Su muerte. No son nuestras acciones religiosas, nuestra fidelidad o nuestras buenas obras las que realizan nuestra salvación. ¡Es su muerte!

P Para que su muerte sea efectiva, ¿podemos tomar la comunión indignamente?

Res = Hoy, estamos bastante dispuestos a despreciar a Judas y a los que mataron a nuestro Señor. Pero, ¿no es también despreciable intentar recibir un sacrificio tan grande con un alma inmunda? ¿No estamos despreciando a Jesús, y su sacrificio, con tales acciones? La iglesia primitiva tenía mucho más cuidado de no tomar el pan y el vino sagrados en un estado indigno.

Nota: Es al aceptar Su muerte por nosotros que Él rompe el poder de la muerte. Él no quería morir; pero no permitió que el miedo a la muerte ensombreciera su amor por nosotros. Él tomó el poder de la muerte y lo convirtió en el medio de nuestra salvación. Él invirtió la tragedia más grande en la tierra, y la convirtió en la razón más grande para tener esperanza.

La cruz no es un símbolo de condenación sino de esperanza. ¡Al morir, Jesús revocó la muerte!

IV. El fracaso del discípulo: la revocación de la deficiencia. Marcos 14:27-31.

>>>> Pida a alguien que lea Marcos 14:27-28.

Nota: Jesús les dijo que le fallarían y que todos ellos «caerían».

Nota: ¿Nos gusta que nos digan que fallaremos? ¿Por qué no?

Res = (Deje que den sus respuestas). A nadie le gusta escuchar malas noticias sobre sí mismo, especialmente sobre sus futuros fracasos espirituales. Déjeme darle una simple razón: ¡orgullo!

P ¿Es cruel decirle a alguien que fallará cuando usted sabe que es la verdad?

Res = No es necesariamente cruel si es verdad, y si tiene una intención amorosa detrás de ello.

P ¿Estaba Jesús tratando de desanimarlos? ¿Estaba tratando de degradarlos?

Res = No, ¡los amaba! Quería que tuvieran éxito, y sabía que iban a fallar. Conocía la naturaleza humana. También sabía específicamente su futuro. Fue predicho en las Escrituras.

También sabía que se sentirían devastados cuando fracasaran, y eventualmente les sería útil saber que Él sabía de antemano. Él no se sentía devastado. Una vez hablé con un joven cristiano de la escuela secundaria después un campamento cristiano, cuando lo estaba dejando un domingo por la tarde, me dijo que se sentía tan bien que nunca más se sentiría espiritualmente triste en su vida. Entonces le advertí sobre la decepción que sucedería después de que terminara la «emoción del campamento». Desafiante, me miró a los ojos y dijo: «¡Estás equivocado, no me va a pasar a mí!» El martes siguiente, yo estaba en su campus y se acercó a mí en privado y me dijo: «Hombre ¿cómo supiste?» Le dije que ya lo había visto muchas veces y que yo también lo había experimentado muchas veces. Esto no invalidó su experiencia en el campamento, ni lo hacía menos cristiano

Jesús no estaba tratando de menospreciar a los discípulos, sino de advertirles.

>>>> Pida a alguien que lea Marcos 14:29.

P Pedro estaba equivocado en sus valientes afirmaciones, pero ¿estaba su corazón en el lugar correcto?

Res = ¡Sí lo estaba! Muchos de nosotros hemos empezado bien, pero hemos fallado. Tenemos los motivos correctos, pero como Mateo registró a Jesús diciendo: «El Espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».

Nota: Crisóstomo (pp. 494-495) dice que hay dos ingredientes para obtener madurez espiritual: nuestra disposición a luchar y nuestra disposición a recibir ayuda de Dios. Sin ambas fallaremos. Debemos estar dispuestos, pero no podemos tener éxito solos.

Algunos de nosotros no estamos dispuestos a luchar o intentar. Queremos que las cosas sean fáciles, pero Dios no lo hará fácil. Sin embargo, una vez que realmente luchemos con todas nuestras fuerzas, pronto aprenderemos que no podemos tener éxito sin Su gracia.

Entonces debemos estar dispuestos a pedir Su poder para respaldar nuestros esfuerzos. Pedro pensó que su valentía y amor natural por Jesús serían suficientes para llevarlo a cabo. Él estaba equivocado. Pedro necesitaba aprender que la suficiencia de Jesús iba a ser necesaria. Pedro aprendió.

>>>> Pida a alguien que lea Marcos 14:30-31.

Note: ¿Acaso no es sorprendente que los santos discípulos de Dios no escucharan a Jesucristo, el Santo Hijo de Dios? Hicimos esto con nuestros padres cuando éramos jóvenes, o si somos jóvenes, ¿lo estamos haciendo ahora?

Nota: Mi dentista en Los Ángeles solía decirnos: «Los preparatorianos debería gobernar el mundo mientras aún lo saben todo». A veces, somos como los apóstoles, todavía estamos en la adolescencia espiritual, somos sabelotodos espirituales.

Nota: Jesús siguió presionando. Él no cedería a que Pedro viviera en negación, hasta que Pedro insistió en incriminarse a sí mismo. Jesús dejó que lo hiciera, y luego Pedro aprendió dolorosamente.

V. Conclusión:

P ¿Por qué permitió Jesús que Pedro fracasara?

Res = Después de que hayan dado sus respuestas, comparta con ellos algunos de los puntos de vista de Crisóstomo (si no llegaron a ellos por su cuenta) de que, a Pedro, aunque fue el principal apóstol, se le permitió caer, «eso lo hace más humilde en mente», para entrenarlo en un amor más grande «(Crisóstomo, p. 495).

Es fácil ver cómo Pedro se volvió más humilde por su fracaso. Somos menos aptos para juzgar a los demás cuando experimentamos el fracaso nosotros mismos. Sin embargo,

P ¿Cómo entrena a Pedro su fracaso para un amor mayor?

Res = Crisóstomo luego cita a Lucas 7:47: acerca de que alguien, a quien se le ha perdonado mucho, ama mucho; y a quien se le ha perdonado poco, ama poco (p. 495). Pedro recibió el perdón de Jesús de una manera grandiosa y poderosa y abriría su corazón a Jesús de una manera aún más poderosa y amorosa.

P ¿Alguna vez has notado que los que reciben perdón por pecados grandes parecen ser los cristianos más amorosos? ¿Pueden dar un ejemplo que conozcan?

Nota: Es cuando vemos nuestros fracasos que podemos comenzar a ser verdaderos líderes en la iglesia. Muchos en el trabajo de la iglesia o el trabajo cristiano en la actualidad no han visto su fracaso y, en consecuencia, no ven de qué se trata realmente el ministerio. Tienen mucho miedo de que otros no los acepten si alguien ve una grieta en la armadura.

Como algunos lo han dicho, no tienen una buena teología del fracaso.

P ¿Cuándo es que no tenemos una buena teología del fracaso?

Res = Cuando nunca confesamos nuestros fracasos, aunque todos los tengan. Sin embargo, como no confesamos, no entendemos el poder de la revocación, porque nunca lo hemos experimentado nosotros mismos, por lo tanto, no tenemos esperanza de que nos pueda suceder a nosotros o a otros por el poder de Dios. Debemos ver nuestro propio pecado y nuestros fracasos para ver el verdadero significado del Evangelio.

La religión cristiana se basa en once hombres que fueron fracasos. Si usted se conoce a sí mismo como un fracaso, entonces puede comenzar un verdadero andar cristiano.

Nota: Son las negaciones de nuestros fracasos las que ahogan las promesas de Jesús

>>>> Pida a alguien que vuelva a leer Marcos 14:28.

Pedro no escuchó la promesa de reunirse con Jesús después del fracaso en Galilea. Pedro nunca escuchó esa promesa; porque estaba demasiado ocupado negando su posibilidad de fracaso. Si no podemos enfrentar nuestros fracasos, no podemos ver que Jesús ve más allá del fracaso. Jesús ve esperanza. ¡Él sabe quiénes y qué somos y que fallaremos y aun así nos quiere de vuelta!

>>>> Pida a alguien que lea Zacarías 13:9.

Note: Que Dios nos permita ser como plata refinada y oro probado, al enfrentar nuestras traiciones a Dios; porque entonces podemos unirnos a Él en Galilea. A partir de ahí comienza la gracia.